lunes, 17 de abril de 2023

Narrativa completa - Biobibliografía

 


Dorothy Parker

Apuntes biobibliográficos

Antonio Rey



Lo primero que hago por las mañanas es 

cepillarme los dientes y afilar la lengua

D. Parker



Dorothy Parker (Nueva Jersey, 1893 - Nueva York, 1967), de soltera Rothschild, fue una escritora, dramaturga, crítica de teatro, guionista y poeta estadounidense. Legendaria figura del paisaje literario de Nueva York, poeta satírica, valiente e implacable crítica, experimentó una gran popularidad como columnista. La elegancia de su estilo y la fina ironía, que envuelve sus historias la han convertido en una de las escritoras mas brillantes del siglo XX


Primeros años de vida

Dorothy Parker nació el 22 de agosto de 1893 en West End, Nueva Jersey. Sus padres fueron Herbert, profesor de inglés y Fanny Rothschild, amante y escritora de poemas. Tuvieron tres hijos: Dorothy; Alan (n. 1891); y Marjorie (n. 1896). Su madre murió cuando Dorothy tenía solo tres años, dejando a su padre solo para criar a las niñas, hasta que se volvió a casar dos años después. Cuando tenía siete años, se mudó con su familia a la ciudad de Nueva York, donde vivieron cómodamente con los ingresos de Herbert como abogado especializado en casos de bancarrota.

Dorothy creció en esta familia judía de clase media alta que valoraba mucho la educación; ambos padres se conocieron mientras asistían juntos a la Facultad de Derecho de la Universidad Northwestern y se habían graduado de la Universidad de Columbia, antes de mudarse al este de Chicago.

Dorothy asistió a la escuela secundaria Hunter College, pero la abandonó después de solo un año porque simplemente le aburría y no le gustaba estar allí. Todos sus conocimientos y formación fueron adquiridos a partir de entonces de manera autodidacta. 


Carrera literaria

Comenzó a trabajar como periodista cuando aún estaba en la escuela secundaria, pero no le pagaron hasta que cumplió 21 años porque la ley no lo permitía. La carrera periodística de Parker estuvo marcada por su trabajo para Vogue con la editora Edna Woolman Chase, quien luego se convirtió en una de sus amigas más cercanas hasta que Chase murió en 1950 a los 72 años. Posteriormente trabajaría para Vanity Fair y The New Yorker. 

 En 1917 se mudó a la ciudad de Nueva York y comenzó a escribir para la revista Judge. En 1919, Parker conoció a Robert Benchley en una fiesta organizada por su amigo común Alexander Woollcott. Éste organizó unos almuerzos en el Hotel Algonquin para charlar y reunirse con sus amigos, la mayoría escritores. Estos encuentros semanales se bautizaron como Mesa Redonda del Algonquin. Dorothy fue lideresa de esa famosa tertulia del hotel de Manhattan, también conocida como El círculo vicioso del Algonquin. Combinaba las letras con el alcohol que tomaba a raudales en los ‘speakeasy’ (los bares que servían bebidas durante la Ley Seca de Estados Unidos en los años 20 del siglo pasado) y su existencia diurna oscilaba entre la resaca y la escritura. Este grupo de escritores, críticos y personalidades de la cultura popular incluía algunas de las plumas más influyentes de Estados Unidos como Edna Ferber, George S. Kaufman, Harold Ross (fundador de The New Yorker) y Harpo Marx. Se mudó a Hollywood en la década de 1930 para trabajar como guionista y fue nominada a un Premio de la Academia por su trabajo en la película A Star Is Born (Ha nacido una estrella). Sin embargo, finalmente fue incluida en la lista negra de la industria cinematográfica debido a sus creencias políticas de izquierda y su franqueza.

A pesar de sus contribuciones al mundo literario y político, Parker a menudo se vio eclipsada por sus contemporáneos masculinos. La Mesa Redonda Algonquin, de la que fue miembro, es recordada principalmente por los hombres que participaron, como Robert Benchley y Harold Ross, más que por las mujeres como Parker. Sin embargo, su legado perdura. 

En los últimos años, se ha renovado el interés por su vida y su obra, con la publicación de nuevas biografías y de sus escritos. Ella sigue siendo una figura importante en la literatura estadounidense y un símbolo de ingenio y creatividad.


Vida personal

La vida personal de Parker estuvo marcada por la adversidad. En 1927 empezó una relación con el periodista Charles MacArthur, de quien se quedó embarazada. Tuvo un aborto involuntario que la condujo a un intento de suicidio, que no sería el único en su vida. Esto contribuyó aun más a su consumo excesivo de alcohol y a padecer frecuentes depresiones. Tuvo mala suerte en el amor; pasó por varios matrimonios y aventuras, pero ninguna duró. La primera vez contrajo matrimonio con el corredor de bolsa Edwin Parker, de quien se separó al comienzo de la I Guerra Mundial. Solía bromear con que solo se había casado con él para poder quedarse con su apellido, mucho más adecuado que el original para moverse en los círculos que pretendía. Su matrimonio posterior con Alan Campbell, un colega escritor y actor de teatro, fue particularmente tumultuoso. Se separaron varias veces, pero lo que nadie imaginó fue que reanudaría de nuevo su relación con él en 1950.

Dorothy Parker luchó contra la depresión y la ansiedad a lo largo de su vida. En lo que puede considerarse su autobiografía, Una señora de poco sentido común (1962), habla abiertamente sobre su salud mental y cómo afectó su vida y su trabajo. Según sus propias palabras, a menudo se sentía atrapada en un estado de ánimo oscuro y melancólico, y luchó contra la sensación de que su vida carecía de sentido o propósito. También experimentó varias crisis emocionales a lo largo de su vida, y en varias ocasiones fue hospitalizada en centros psiquiátricos debido a su adicción al alcohol y a sus problemas de salud mental. En ese texto, Parker habla sobre una de sus hospitalizaciones, en la que fue ingresada en el Hospital Bellevue de Nueva York en 1933; fue sometida a un tratamiento de desintoxicación del alcohol y recibió tratamiento psiquiátrico. Además, Parker también tuvo otros ingresos hospitalarios relacionados con su salud mental. En 1936, en el Hospital de Nervios de Sheppard Pratt en Maryland debido a un colapso emocional; y en 1949, en el Hospital de San Vicente de Paul en Los Ángeles, California, por una sobredosis de barbitúricos.

Estos ingresos hospitalarios fueron un reflejo del grave impacto que el alcohol y sus problemas de salud mental tuvieron en la vida de Parker. Sin embargo, también es importante señalar que en aquella época, el tratamiento para la adicción al alcohol y la salud mental no estaba tan avanzado como lo está hoy en día. Muchos de los tratamientos que se ofrecían en ese momento se centraban en la abstinencia y la disciplina, en lugar de en la atención médica y la terapia.

En retrospectiva, se ha especulado que la depresión y la ansiedad de Parker pueden haber sido exacerbadas por su vida personal y su entorno social, que a menudo eran caóticos y estresantes. Además, la adicción al alcohol de Parker probablemente no ayudó en su lucha contra la salud mental.

Sin embargo, a pesar de estos desafíos, Parker continuó escribiendo y publicando hasta el final de su vida. Abandonó la mansión que compartiera con Campbell para mudarse a un cuartito del hotel Algonquin. Todavía sostendría una relación sentimental importante con un colega guionista, Ross Evans, que terminaría abandonándola por otra mujer cuando juntos viajaron a México. Se afirma que Dorothy hizo chistes a costa de “la tendera por quien la había dejado”. Tras una tercera y definitiva ruptura, Dorothy tomó sus cada vez más exiguas maletas y se mudó al Hotel Volney de New York, donde vivían mujeres retiradas de la farándula. En una modesta habitación escribió una obra teatral, The ladies of the corridor, que habría de estrenarse en 1953. Por desgracia, las críticas no la favorecieron y eso terminó por sumergirla aun mas, en el alcohol. 

Murió en 1967 con 73 años, de un ataque cardíaco, en esa habitación del hotel, con su perro y una botella de whisky. Donó sus bienes –un poco de dinero y los derechos de sus obras– a Martin Luther King Jr., cuyo movimiento apoyaba con devoción y, en caso de que este falleciese, a la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color). 

Su mejor amiga desde los años 30, la dramaturga Lillian Hellman, esposa de Dashiell Hammett, organizó el funeral. Fue incinerada y durante veinte años nadie reclamó sus cenizas, hasta que la NAACP compró para ellas una tumba en Baltimore. En la lápida luce el epitafio Excuse My Dust (Perdonen por el polvo).


Parker activista

Además de su carrera literaria, Parker fue una activista por los derechos civiles y participó en numerosas protestas y manifestaciones durante su vida, incluyendo la Marcha sobre Washington por el trabajo y la libertad en 1963. Apoyó los derechos civiles y el feminismo. Fue miembro de la NAACP, fundada en 1909, y apoyó a los Scottsboro Boys, nueve adolescentes negros que fueron acusados falsamente de violación en Alabama en la década de 1930. Ademas fue una firme defensora de los derechos de la mujer y miembro fundador de la Asociación Nacional de Mujeres Periodistas.

Fue a finales de los años 20, y especialmente por el Caso Saco y Vanzetti (en el que participó activamente), que se acrecentó su interés por la actividad política, muy presente en su narrativa de los años treinta como en Altas horas de la madrugada, Vestir al desnudo o Soldados de la República. Terminó militando en el Partido Comunista, hecho que durante la «cacería de brujas» del senador McCarthy negó con su mejor máscara de pedante inocencia. Organizó rumbosas fiestas de beneficencia para recaudar fondos destinados, íntegramente, a los niños refugiados de la Guerra Civil Española. 


En 1934, estando en París, se encontró con Lelan Stowe, un corresponsal extranjero galardonado con un Pulitzer, que acababa de llegar de Madrid. Antes de hablar con él, Parker no tenía intención alguna de viajar a España pero las palabras y descripciones de Stowe sobre el conflicto español, le hicieron efecto. Alan y ella volaron a Madrid para cubrir la Guerra Civil como corresponsal de la revista New Masses. Esta publicación estadounidense, de izquierdas, se editó desde 1926 hasta 1948, y había sido fundada por un grupo de escritores y artistas como Mike Gold, Joseph Freeman y Granville Hicks. Se centró en la política, la cultura y la literatura, y se convirtió en una de las publicaciones más influyentes de la izquierda estadounidense en la década de 1930. New Masses pronto se convirtió en una plataforma para escritores y artistas, y publicó obras de autores como Langston Hughes, Upton Sinclair y John Dos Passos. La revista apoyó el movimiento obrero, el comunismo y la lucha contra el fascismo. En la década de los treinta, se convirtió en un objetivo de la Comisión de Actividades Antiamericanas, que investigaba a personas y organizaciones sospechosas de tener vínculos con el comunismo. La revista también fue criticada por su postura sobre los Procesos de Moscú, que fueron una serie de juicios políticos en la Unión Soviética en la década de 1930. Dejó de publicarse en 1948.

Dorothy y Allan, permanecieron en España 10 días, y pasaron parte del tiempo en Madrid, donde se vieron con Martha Gellhorn y Ernest Hemingway. Hacía casi un año que la ciudad estaba sitiada y, pese a la evacuación, aún vivía allí un millón de personas; los tranvías iban de bote en bote, los restaurantes estaban abarrotados y los comercios abiertos. La ciudad no le pareció tranquila; el tronar de los cañones y el tableteo de las ametralladoras se dejaban oír todo el día. Sin embargo toda la gente realizaba sus quehaceres cotidianos sin dar muestra de histerismo alguno, lo que le tranquilizó y, como si fuera una turista, incluso visitó algunas tiendas, donde compró una buena cantidad de pósters de la guerra como recuerdo.

El 11 de octubre, regresaron en avión a París, que parecía de otro planeta con sus asombrosos escaparates llenos de mantequillas, quesos y carnes. Allí se encontraron a Lillian Hellman, que, más tarde, en Una mujer inacabada dedicó unas treinta páginas al papel que desempeñó en la guerra civil española.

A continuación fueron a Valencia, que por entonces era la capital de la España republicana. Al poco de llegar, la ciudad fue objeto de uno de los peores bombardeos. Una mañana, cinco aviones alemanes dejaron caer sesenta bombas en la zona del puerto. Cuando cesó, Dorothy fue a comprobar los daños por si misma, y nunca olvidó las montañas de ruinas sobre las que había una muñeca destrozada y un gatito muerto, o las dos niñas que intentaban atravesar el cerco de guardias para entrar en su casa, bajo cuyos restos probablemente estaba enterrada su madre. Por la noche, Dorothy y Alan estuvieron a uno de los cafés mas populares de la ciudad observando a todas las personas con gran interés y conversando con ellas. Mientras estuvo en Valencia hubo cuatro bombardeos más. Prefería los nocturnos porque podía paliar un poco el miedo imaginándose que era un ballet, pero cuando eran de día no podía evitar ver el terror en los rostros de la gente. Sin embargo lo que le produjo un dolor mas atenazante aún fueron los niños que veía por la calle con sus madres, o en los campos de refugiados que visitó y en las escuelas, donde los observó mientras dibujaban barcos de vela y sobre todo aquellos que pasaban hambre. “Ves sus ojos, y no lloran. Ves esos ojos cuando estas allí, y también cuando ya te has ido”.

La máxima frustración de Dorothy fue no haber podido participar en el Cuerpo Femenino del Ejército (La Women´s Army Corps) como corresponsal de guerra, debido a que se le consideraba muy mayor a sus cincuenta años. 

 Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó como corresponsal de guerra para PM, periódico de izquierda publicado en la ciudad de Nueva York desde 1940 hasta 1948, y donde informaba desde Londres sobre los bombardeos alemanes. Fue conocido por su cobertura de la Segunda Guerra Mundial, su estilo periodístico directo, y su defensa de los derechos civiles y laborales. Se diferenciaba de otras publicaciones de la época por su formato innovador, que incluía fotografías grandes y audaces, gráficos y diseños modernos. PM también fue pionero en la publicación de columnas de opinión de mujeres y en la contratación de periodistas y escritores afroamericanos. Además de Dorothy Parker, otros escritores notables que contribuyeron a PM incluyen a Ernest Hemingway, James Thurber y Heywood Broun. PM se publicó por última vez en 1948, después de que su propietario decidiera que no era financieramente viable. Aunque su existencia fue breve, PM es recordado como un periódico innovador que desafió las convenciones periodísticas de su época.


Otras actividades

Parker fue además una figura importante en el panorama cultural de la ciudad de Nueva York durante las décadas de 1920 y 1930. En la Mesa Redonda Algonquin, las bromas ingeniosas del grupo y las agudas críticas a la sociedad eran legendarias, y ayudaron a dar forma a la corriente cultural de la época. El dramaturgo Tennessee Williams era fanático de su obra, al igual que el poeta Allen Ginsberg. Su escritura ha sido adaptada para cine y televisión, y su trabajo continúa siendo estudiado y analizado por académicos y críticos literarios.

A pesar de sus éxitos, Parker a menudo estaba plagada de dudas e inseguridad. Una vez comentó: No sé mucho sobre escritura, pero sé que soy escritora. Este humor autocrítico fue un sello distintivo de su estilo, pero también habla de las luchas que enfrentó como mujer en una industria dominada por hombres.


Su legado

La influencia de Parker también se puede ver en el trabajo de otros escritores y artistas. El dramaturgo Tennessee Williams era fanático de su obra, al igual que el poeta Allen Ginsberg. Otros escritores han hecho referencia a su trabajo, incluido Ernest Hemingway, quien dijo que preferiría haber escrito Any Love que cualquier poema de la literatura inglesa. Sus versos son citados a menudo por autores modernos, que admiran su ingenio y estilo; los ejemplos incluyen a John Updike (quien escribió una introducción a una edición de The Portable Dorothy Parker), John Cheever, Joyce Carol Oates o Robert Bly.

Su autoridad se extiende ademas al cine. Fue una de las primeras mujeres guionistas en los estudios Warner Brothers durante la Edad de Oro de Hollywood. Escribió guiones para películas como Ha nacido una estrella (1937) y La pasión ciega (1940). También apareció en varias películas, como Tres días de amor y fe (1943), donde se interpretó a sí misma junto a Bette Davis; Una mujer destruida (1947) sobre una esposa abusada que busca venganza contra su esposo y en El sueño eterno (1946), con Humphrey Bogart, interpretando al detective Philip Marlowe. Para ampliar el tema de Parker y el cine, véase: https://mubi.com/es/cast/dorothy-parker.


Por último, mencionaremos cómo su personaje ha servido como modelo para protagonizar una serie actual de novelas de misterio. La actriz, cantante y bailarina neoyorkina Agata Stanford, al salir de su trabajo en la calle 46, pasaba a menudo por la puerta del Hotel Algonquin y quedó fascinada con las historias de los famosos almuerzos de la Mesa Redonda y sus miembros. Como había leído numerosas biografías teatrales e incluso había escrito alguna de ellas, se decidió a escribir novelas de misterio y suspense. La llamada Dorothy Parker Mysteries es una serie de novelas que se centran en la vida y las investigaciones de la escritora Dorothy Parker en Nueva York en los años 20 y 30. La serie (que va por la novena entrega) sigue a la escritora mientras trabaja como reportera y resuelve misterios en su tiempo libre. Incluye elementos históricos y literarios, y presenta una trama llena de giros y vueltas que mantienen al lector enganchado hasta el final. Las novelas destacan además por su cuidada ambientación y la evocación de la época dorada de la literatura estadounidense.

El trabajo de Parker continúa inspirando y deleitando a los lectores, y su ingenio y sabiduría siguen siendo tan relevantes hoy como lo fueron durante su vida. No se puede negar su impacto perdurable en la literatura y la cultura estadounidenses. Fue una autora totalmente original y ayudó a inaugurar un nuevo tipo de escritura que era a la vez irreverente e incisiva. Ha influido en innumerables autores posteriores con su espíritu desafiante y su estilo subversivo. Una de las razones por las que el trabajo de Parker sigue siendo destacado hoy en día, es por su capacidad para capturar la esencia de la naturaleza humana. Sus historias y poemas a menudo tratan temas de amor, pérdida y soledad, y sus personajes suelen tener defectos y luchan por encontrar su lugar en el mundo. Esta universalidad ha hecho que su trabajo resuene con lectores de todas las edades y orígenes.



Biografías sobre Dorothy Parker

  • Dorothy Parker: What Fresh Hell Is This? de Marion Meade. (1987). Hay traducción al castellano: Meade, Marion (2000). ¿Dorothy Parker. Qué nuevo infierno será este? Traducción de Beatriz López-Buisan. Barcelona. Ed. Circe (2000). Es una de los biografías más populares y completas sobre la vida de Dorothy Parker. La autora, realiza una investigación exhaustiva para revelar los detalles de la vida de Parker, desde su infancia hasta su carrera literaria y su vida personal.
  • Dorothy Parker: A Bio-Bibliography de Linda H. Davis: Este libro es una combinación de biografía y bibliografía, ya que ofrece información detallada sobre la vida y obra de Dorothy Parker. Incluye una lista completa de sus obras, así como detalles sobre su vida personal y carrera literaria.
  • You Might as Well Live: The Life and Times of Dorothy Parker de John Keats: En este libro, el autor explora la vida de Dorothy Parker desde una perspectiva más psicológica. Analiza su trabajo literario y su lucha contra la depresión y el alcoholismo, y cómo estos factores influyeron en su vida y carrera.
  • Dorothy Parker: A Reputation de Paul Brody: Este libro se enfoca en la reputación de Dorothy Parker como escritora y figura pública. El autor examina cómo Parker fue percibida por sus contemporáneos y cómo su legado ha sido evaluado por la crítica literaria a lo largo de los años.
  • Dorothy Parker Drank Here de Ellen Meister: Es un libro de ficción inspirado en la vida de Dorothy Parker. La autora imagina un encuentro entre Parker y una joven escritora en la actualidad, lo que lleva a la protagonista a reflexionar sobre su vida y su obra. Aunque es ficción, ofrece una perspectiva interesante sobre la influencia de Parker en la literatura y la cultura popular.


Algunas frases ingeniosas

  • La única forma en que puedo saber si algo es bueno es si me gusta o no, y si me gusta, es bueno.
  • La libertad, el glamour, la locura, el romance. ¡Oh, las cosas que se nos han prometido para nada!
  • El dinero no lo es todo... pero ciertamente ayuda a la hora de hacer frente a los problemas financieros.
  • No es el deseo de vivir lo que nos hace vivir, sino el deseo de seguir viviendo.
  • La escritura es la forma más divertida de pasar el tiempo solo, que se me ocurre.
  • La educación es algo maravilloso, pero no nos permite olvidar lo que no sabemos.
  • La risa es la venganza de los tontos.
  • Me gusta tomar un martini, dos como máximo. Después de los tres estoy debajo de la mesa, después de los cuatro estoy debajo de mi anfitrión
  • Siempre hay más lágrimas derramadas por las oraciones contestadas que por las no contestadas.
  • La eternidad es mucho tiempo, especialmente hacia el final.
  • La belleza es solo superficial, pero la fealdad va hasta el hueso.
  • Si quieres saber lo que Dios piensa del dinero, solo mira a las personas a las que se lo dio
  • La heterosexualidad no es normal, es simplemente común
  • Odio escribir, me encanta haber escrito.
  • No me mires con ese tono de voz.
  • No sé mucho sobre ser millonario, pero apuesto a que me encantaría
  • Dile que estaba demasiado jodidamente ocupada, o viceversa
  • Exijo tres cosas en un hombre: debe ser guapo, despiadado y estúpido
  • Esa mujer habla dieciocho idiomas y no puede decir 'No' en ninguno de ellos
  • Tómame o déjame; o, como es el orden usual de las cosas, ambos
  • El uso constante no había desgastado el tejido de su amistad
  • Se enferman de la calma quienes conocen la tormenta



Nota


—Esta síntesis biobliográfica se lo debe todo al libro Dorothy Parker: ¿Qué nuevo infierno será este?. Además, como complemento, he utilizado numerosos artículos digitales referidos al personaje y su época, dispersos por la red de redes. 

—En español contamos en la actualidad con una selección de su obra narrativa publicada por Lumen en 2003, Narrativa completa, traducida por Jordi Fibla, Cella Filipetto, Carme Francí e Isabel Núñez. 

—La editorial Nórdica, por su parte ha publicado parte de su poesía en Los poemas perdidos, traducidos por Guillermo López Gallego y Cecilia Ross.


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