Un mundo feliz
Releer esta novela y compartir con vosotros la experiencia de interpretar su significado ha sido un placer nuevo y siempre distinto, pues son diferentes los interlocutores que aportan sus puntos de vista y también yo soy otra como lectora. El acto de la lectura es un acto creador en el que interactúan dos realidades: por un lado, el destinatario lector, que se convierte en intérprete cuando se apropia del contenido del libro, lo absorbe y lo digiere, y en ese proceso se nutre y se transforma; por otro, el texto literario, ese milagro formado por ideas, sensaciones y emociones gestadas en el interior del escritor, y que quedarían ocultas, secretas y desconocidas para el mundo si no fuera porque emergen desde ese lugar recóndito y misterioso donde habitan sus universos imaginarios gracias a ese otro milagro que es el lenguaje. Porque es gracias al lenguaje que el mundo interno, invisible e inaudible, atrapado en la mente del escritor, se hace patente y material, para ser percibido por un destinatario capaz de descodificar esos dibujitos que son letras, que a su vez forman palabras y éstas frases, párrafos y páginas de un hermoso libro como el que hemos leído: Un mundo feliz.
Así que todos hemos participado en esa experiencia mágica y maravillosa de leer para así acercarnos al interior de Aldous Huxley para intentar comprender qué ideas y emociones habitaban su imaginación, qué visión del mundo nos ha trasladado, cómo entendió él al ser humano y su circunstancia. De estas cuestiones y algunas más tratamos los que asistimos a la tertulia sobre esta novela el pasado diciembre superando las persistentes lluvias y las gripes que dejaron a algunos en la cama. Los echamos de menos y para ellos va este breve resumen de lo que allí se dijo sobre la novela.
La novela está prácticamente comentada y explicada en Wikipedia donde podéis encontrar información sobre aspectos de interés. Por ejemplo, la razón de ese saludo en forma de T que hacen los personajes y cuya causa es el hecho que da inicio a la era “fordista”: la fabricación del modelo T por el famoso industrial Ford, responsable de la fabricación en cadena y constituido así en paradigma de una sociedad cuyos fundamentos son los avances científicos y tecnológicos aplicados al control del mundo. Los nombres de casi todos los personajes son calcos paródicos de personas históricas de todos los ámbitos, desde la filosofía (Marx) a la política (Mustafá, Lenina), de la ciencia (Freud) a la literatura (Shaw). Pero éstas son curiosidades que podéis comprobar por vuestra cuenta. Lo interesante es constatar el carácter universal de la cultura de Huxley, interesado en la ciencia, en la cultura y en los hechos que rodearon su vida. Y que con todo eso construyó esta novela impregnada del pesimismo de unos años en los que no se veía salida y el destino del hombre era incierto. Pues estuvimos de acuerdo en que la novela refleja la idea de que el ser humano no se salva ni por la tecnología científica ni por su evolución natural. El hombre no es libre ni en las sociedades avanzadas que lo esclavizan con el soma y el bienestar material basado en el consumo, ni en las reservas en que han quedado abandonados algunos grupos a su suerte. En el primer caso, una sociedad totalitaria, jerarquizada y clasista ha privado al hombre de su individualidad y lo ha condenado a la dependencia eterna. En el segundo, la crueldad ritual de las tradiciones y la lucha por la supervivencia han desembocado en la explotación de unos por otros y a la excusión del diferente. Y si no que se lo pregunten al Salvaje, ese personaje que representa la singularidad y el deseo de libertad en unas sociedades donde no se perdona la diferencia, por lo que resulta imposible sobrevivir. La novela es una irónica crítica de una sociedad basada en el control de la técnica mal entendida y con un concepto de la felicidad basada en el bienestar material y el consumo. ¿En qué acertó Huxley?
Acabo aquí esta impresión que ha resultado más extensa de lo que inicialmente había querido. Pero sólo son unas ideas para aquellos que no pudieron asistir a la última reunión y para los que entren en el blog. Así que acabo, que ya está bien de rollo.
Gloria Benito
1 comentario:
El bienestar, el satisfacer nuestras necesidades, el vivir bien ha sido siempre nuestra meta más inmediata; pero el equilibrio entre esa meta inmediata y la libertad es lo que algunos quieren que resida en obedecer las consignas mayoritarias. En eso acertó Huxley.
Alfredo
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