martes, 16 de marzo de 2010

Fin de las utopías

Escribe Gloria B.
La sesión del pasado febrero concluyó con la valoración de la última novela del ciclo "utopías sociales", Farenheit 451. Todos estuvimos de acuerdo en señalar las similitudes con las otras lecturas (Un mundo feliz y 1984: la existencia de un estado totalitario, la presencia del protagonista como héroe que se rebela contra el poder y la colaboración de un personaje que instruye y explica al protagonista las razones de tal estado de cosas, y que unas veces lo ayuda a cumplir su objetivo (Farenheit) y otras, no. También coincidimos en el valor profético de las tres novelas respecto a los derroteros que ha tomado la historia. Aunque la más esperanzada es la última, ya que Bradbury deja abierta una puerta a la salvación de la sociedad, aunque algunos pensamos que eso aún no ha sucedido. En cuanto al estilo, concluimos que Farenheit es la que más desorienta al lector por su lenguaje pseudopoético, que crea ambigüedad en el significado de algunos párrafos, y por algunas incoherencias en la estructura narrativa: hay personajes cuyas acciones no se explican (el intento de suicidio de la esposa del protagonista) o esos porches que aparecen y desaparecen, amén de la misteriosa guerra que nadie entiende. En suma, el ciclo ha resultado interesante y ha habido opiniones para todos los gustos. A unos les ha gustado más Un mundo feliz y a otros, 1984. Normal.

Ahora afrontamos el ciclo de NOVELA NEGRA con El sueño eterno de Raymond Chandler, que debatiremos en la reunión del 30 de marzo. Hasta entonces.

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