viernes, 10 de noviembre de 2023

Lafcadio Hearn - Biografía y obra

 

El otro Kokoro.
La agitada y curiosa vida de Lafcadio Hearn

Por Antonio Rey


Patrick Lafcadio Hearn fue un escritor, traductor y profesor que introdujo la cultura y la literatura de Japón en Occidente. Nació el 27 de junio de 1850 en la isla griega de Lefkada, de ahí su nombre. Su madre era una griega llamada Rosa Cassimati, y su padre, Charles Bush Hearn, era un oficial médico del ejército británico de ascendencia angloirlandesa. Los padres de Hearn se casaron en una ceremonia ortodoxa griega en noviembre de 1849, varios meses después de que su madre hubiera dado a luz a su hermano mayor, George Robert Hearn, en julio. A lo largo de su vida, Lafcadio se jactó de su sangre griega y tuvo una inclinación apasionada hacia Grecia.
La familia de Hearn se mudó a Dublín cuando era niño, donde fue abandonado primero por su madre, que acabaría loca, luego por su padre y finalmente por la tía de su padre (que había sido nombrada su tutora oficial). Estuvo como huérfano en colegios de Rouen (Francia) (1862) y la Escuela Católica de Saint Cuthbert, Ushaw (Inglaterra) (1867), donde se dedicó con voracidad a la lectura y desarrolló su gusto por las historias fantásticas. En estos tiemposo vivió en la mayor pobreza.
A los dieciséis años, en la escuela de Ushaw, perdió la vista en un ojo durante una pelea con unos compañeros de clase, por lo que, con el tiempo el otro ojo, al que llamó «mi ojo ciclópeo», se hizo cada vez mas protuberante, afeándolo más de lo que era y haciéndolo sentirse toda la vida desfigurado.
Su rebeldía e incapacidad para dedicarse a un trabajo motivó que sus parientes lo enviaran, por fin, a los Estados Unidos en 1869. Tras una corta estancia en Nueva York viajó a Cincinnati donde encontró trabajo como reportero. A los 25 años, en 1875, se casó con una mulata llamada Althea pero unos meses después se separaron y perdió su empleo. Trabajó para otro periódico y tradujo cuentos cortos de Flaubert y Gautier. Finalmente, se trasladó a Nueva Orleans como reportero del rotativo Item y otros; en estos años tradujo textos de Zola, Lotí, Maupassant y Nerval.
En 1882 publicó su primer libro Las noches de Cleopatra traducción de cuentos de Gautier y en 1884 el segundo, Strange Leaves from Strange Literature, colección de versiones de leyendas y cuentos egipcios, hindúes y polinesios, entre otros.
En 1887 viajó a Las Antillas Menores francesas, donde residió varios años y donde escribió su obra Two Years in the French West Indies (1890).
 


En 1890, la revista Harper’s Weekley lo envía a Japón para que escribiera una serie de artículos sobre ese lejano país. El 4 de mayo llegó al puerto de Yokohama y unas semanas después, dado su carácter difícil y obstinado, rompió con su editor, y, simbólicamente, rompió con Occidente, ya que permaneció en Japón hasta su muerte.
Ya en su nuevo país viajó durante cuatro días para llegar a Matsue, a 700 kilómetros de Tokio, donde consiguió trabajo dando clases de inglés en una escuela secundaria y donde experimentó la brutalidad del invierno japonés y la soledad del extranjero, aunque a pesar de todo esto Lafcadio, por primera vez en su vida, se sintió feliz. Allí conoció a su mujer, Setsuko Koizumi, hija única de una familia de Samuráis venida a menos, con la que tuvo cuatro hijos  y una numerosa parentela.
A los quince meses abandonó el pueblo, aunque siempre guardó un gran amor su «paraíso terrenal». A su vez el pueblo amó y ama con veneración a Lafcadio. Los turistas actuales visitan la casa donde vivió, la escuela donde dio clase y el museo que se le erigió en su memoria. El museo se llama "Yakumo-Kinen-Kan" ya que Lafcadio abandonaría su nacionalidad británica para adoptar la japonesa y cambiaría su nombre por el de Yakumo Koizume, tras convertirse al budismo. Posteriormente vivió con su familia en Kumamoto y Kobé. Aquí, en 1894, abandonó la enseñanza y obtuvo el puesto de redactor jefe de The Cronicle, un periódico en inglés de esta ciudad portuaria. Finalmente, con el apoyo el profesor Basil Hall Chamberlain, obtuvo la Cátedra de literatura inglesa de la Universidad de Tokio, donde enseñó hasta 1903 e impartió lecciones que posteriormente fueron publicadas de forma póstuma. Precisamente le sucedió en este puesto Natsume Soseki el autor del otro Kokoro. 

Pocos meses antes de su fallecimiento, publicó, Japón. Un intento de interpretación (1904), ensayo en el que el autor intentó analizar diversos aspectos culturales de ese país que comenzaba a mostrarse ante el resto del mundo durante aquellas décadas de finales del siglo XIX y primeros años del XX.
 


En Tokio vivió hasta su muerte producida por un infarto de miocardio el 19 de septiembre de 1904 con solo 54 años. Fue enterrado con toda solemnidad en el cementerio público de Zoshigaya (Tokio).
Los japoneses le veneran ya que vivió para mediar con su obra entre Japón y Occidente, tarea que produjo un dilatado panorama literario y cultural. Publicó once libros sobre Japón en los que tradujo poesía y prosa, canciones populares  y relatos provenientes del folklore local, además de hacer periodismo literario. En su momento alcanzó cotas muy altas de notoriedad internacional que duraron hasta mucho tiempo después de su muerte. Hoy, sin embargo casi nadie le recuerda ni le lee.
El nuevo país de la era Meiji no fue, sin embargo, del agrado de Lafcadio y lo compensó escribiendo sobre el viejo Japón.
Su obra es, como decimos, muy variada, aunque destaca su libro titulado Kokoro. Ecos y nociones de la vida interior japonesa, publicado en 1896, veinte años antes que el de Soseki. El mismísimo Julián Besteiro, presidente del PSOE y de las Cortes republicanas, tradujo Kokoro (1896), las impresiones de Hearn sobre Japón que Miraguano Ed. volvió a editar en el año 2009 con su título literal, Kokoro. Ecos y nociones de la vida interior japonesa.
Es su obra más conocida y en ella recoge impresiones sobre su país de acogida. Se trata de una recopilación de artículos de opinión, reflexiones en forma de ensayo y pequeños cuentos extraídos de la tradición oral que hacen muy amena su lectura. Sus capítulos pasan por una gran variedad de aspectos generales sobre la vida y sentir de los japoneses del momento, y se exponen desde largas meditaciones y conclusiones sobre la vida espiritual japonesa como anécdotas y experiencias personales del propio Lafcadio. Está narrado en estilo periodístico y el autor va exponiendo punto por punto no solo su visión sobre Japón, su forma de vida o sus pensamientos, sino también el conflicto que supuso para muchos de ellos el cristianismo o adaptarse a una forma completamente nueva de pensar. De esta manera, Kokoro se convierte en una suerte de libro de viaje, que nos lleva, como un guía turístico, por los diferentes aspectos de la vida japonesa de esa época. Destacó como un buen narrador de cuentos de fantasmas y, entre las diversas colecciones en que reunió estos relatos, destacó en especial Kwaidan, que fue posteriormente llevada al cine por  Masaki Kobayashi en 1964. Sin embargo no fue Lafcadio un buen escritor porque dicen los estudiosos de su obra que su estilo, a veces lacrimógeno y sentimentaloide, lo impide. Pero sus textos, a pesar de todos los defectos, tienen el gran mérito de ser valiosos para la comprensión del mundo y de la civilización orientales.



Obra

Chita (1884)
Glimpses of Unfamiliar Japan (1894)
Out of the East: Reveries and Studies in New Japan (1895)
Kokoro: Hints and Echoes of Japanese Inner Life (1896)
Gleanings in Buddha-Fields: Studies of Hand and Soul in the Far East (1897)
Exotics and Retrospectives (1898)
Japanese Fairy Tales (1898) y secuelas
In Ghostly Japan (1899)
Shadowings (1900)
Japanese Lyrics (1900) - en haiku
A Japanese Miscellany (1901)
Kottō: Being Japanese Curios, with Sundry Cobwebs (1902)
Kwaidan: Stories and Studies of Strange Things (1903)
Japan: An Attempt at Interpretation (1904; publicado poco después de su muerte)
The Romance of the Milky Way and other studies and stories (1905; obra póstuma)

Hay traducción al castellano de algunas de sus obras

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