Reseña de María Ángeles Andreu Andrés
Ganadora del premio de Narrativa Gómez de la Serna 2002 y del de la Crítica de Asturias 2001, ofrece una trama compleja en la que un narrador, en primera persona, prefiere no hablar de sí mismo durante gran parte de la novela; se presenta como mero testigo de lo narrado si bien describe situaciones muy personales de los personajes que, aparentemente, nadie más habría podido ver.
Una primera persona que funciona como narrador omnisciente con doble condición de redactor y de personaje, fundamental en la obra, y que despierta nuestro interés al llevar el relato de la mano con gran destreza desde el presente hasta diferentes tiempos y lugares; gracias a ello, podemos seguir las diferentes sub-tramas de la historia que nos conducen, sutilmente, a recordar el pasado.
Se trata de una voz que, acabaremos descubriendo, se refiere a la de un personaje más: el cuarto amigo, con idéntico protagonismo al de los tres restantes personajes principales, y del que en ningún momento sabremos su nombre.
Pese a su longitud, la obra cuenta con un estilo conciso, sin palabrería, y aborda temas como el del sexo con cierta gracia, sin caer en obviedades que pudieran ser ciertamente grotescas.
Se trata de una novela ambiciosa, ambientada fundamentalmente en Oviedo, en torno a una mesa de billar de un viejo café: El Mercurio. Escrita con gran brillantez, está dividida en tantas partes como estaciones del año y posee un fondo que podría tildarse de crítico, psicológico y de personajes y sus pasiones.
Con esta obra Avello nos introduce en la sociedad española de la democracia con sub-tramas que nos cuentan los orígenes de fortunas que fueron conseguidas sin demasiados escrúpulos.
Consideramos que Jugadores de billar es una obra muy recomendable para un lector voraz, ingenioso y sosegado.
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